El hidrógeno es el elemento químico más liviano que existe en el mundo. Presente, por ejemplo, en el agua, surge como una nueva alternativa para la generación de energía limpia. El hidrógeno tiene una alta densidad energética por lo que actúa como un catalizador en procesos de combustión, permitiendo a las industrias ser más eficientes.
El camino hacia la energía segura
Según Pacto Global de las Naciones Unidas, instancia que promueve los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, hay 3 principios que las empresas deben cumplir en materia medio ambiental: Mantener un enfoque preventivo, impulsar iniciativas beneficiosas para el ambiente y favorecer el desarrollo y la difusión de las tecnologías respetuosas con el planeta.
Con el nuevo milenio, el acceso a energías seguras y accesibles se ha constituido en una meta emergente para disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero y, consecuentemente, reducir el calentamiento global. Iniciativas como el reciclaje o la sustitución de combustibles fósiles toman más fuerza entre las empresas que buscan reducir su huella de carbono.
Algunas acciones desde el sector privado
Con un legado de más de 40 años en el país, UNACEM Ecuador ha trabajado en la sustitución de hasta un 65% de los combustibles fósiles necesarios para el proceso de fabricación de sus cementos por residuos de la agroindustria, también conocidos como biomasas, y aceites usados minerales, convirtiéndose así en un referente en América Latina.
En su camino hacia la carbono neutralidad, para el año 2050, UNACEM Ecuador ha implementado diversas iniciativas innovadoras que le permiten estar a la vanguardia de la descarbonización de la industria: Desde la utilización de tecnologías de punta como la inteligencia artificial hasta el uso de energías alternativas como el hidrógeno.
El hidrógeno como motor de la combustión
El hidrógeno se considera una alternativa limpia ya que libera una gran cantidad de energía y no genera emisiones contaminantes como el CO2; su único subproducto es el vapor de agua. En UNACEM Ecuador, por ejemplo, el hidrógeno se inyecta al piro proceso para potenciar la combustión y mejorar la eficiencia energética del horno donde se fabrica la materia prima del cemento, el clínker.
Este ambicioso proyecto no solo reduce el consumo de energía térmica, mejora la capacidad de producción del horno y permitirá a la empresa aumentar la sustitución de combustibles fósiles tradicionales por combustibles alternos como las biomasas y aceites, entre un 5 % y un 8 %, lo que reduciría la emisión de gases de efecto invernadero en porcentajes similares.